Exfoliar es ¡rejuvenecer nuestra piel!
Nuestra piel se renueva naturalmente cada 28 días aproximados, lo que significa que las células muertas de la epidermis (primera capa) se desprenden y son reemplazadas por células nuevas y sanas.
Este proceso parece perfecto, pero el paso del tiempo sumado a factores externos como estrés, cansancio, contaminación, maquillaje, mal dormir, entre otros, retardan la renovación celular haciendo que la piel comience a mostrar resequedad y poca oxigenación. Al no ser reemplazadas las células muertas, la piel se marchita y se ve apagada y envejecida.
Por eso es tan importante complementar nuestra rutina de limpieza e hidratación del rostro, con una exfoliación semanal. De esa forma, utilizando un producto removedor de células, ayudamos a eliminar las células dañadas y muertas de la epidermis, dando paso a una renovación celular.
El gel exfoliante Gommage Argapure de Kaé, contiene microperlas de jojoba y polvo de argán, que combinados con aceites vegetales ayudan a la piel a deshacerse de las células muertas con suavidad. Entre sus componentes, el agua floral de rosa orgánica le aporta propiedades calmantes, mientras que el extracto de bambú -antioxidante- y el extracto de lirio de agua -astringente- mejoran la microcirculación de los tejidos y los desintoxica.
Ventajas de la exfoliación
- Prepara la piel para recibir los nutrientes y principios activos de los productos hidratantes y de rejuvenecimiento, que debemos colocarnos, asegurando una regeneración efectiva.
- Estimula la oxigenación de las células.
- Limpia los poros e impurezas.
- Pule la cara y combate el envejecimiento.
- Refina y rejuvenece el rostro.
- Activa la microcirculación.
¿Cómo debe ser un buen exfoliante?
Es importante que reúna ciertas características mínimas:
- Que sea hidratante.
- Que no irrite.
- Que no sea grasoso.
- Que tenga gránulo normal o pequeño para que no maltrate la piel.
Modo de uso
- Se recomienda exfoliar la piel en la ducha para aprovechar el vapor del agua que prepara los poros, favoreciendo la acción del producto.
- Hacer masajes circulares ascendentes.
- Retirar los residuos con abundante agua.
- Al terminar, aplicar un tónico en el rostro. El agua de rosas es una buena opción.
- Finalmente hidratar la piel para asegurarse que quede firme y renovada.
- Realizar la rutina una vez a la semana y gradualmente subir a dos veces, salvo en pieles muy delicadas que pueden mantenerla por una vez.
- No solo exfoliar la cara sino también todo el resto del cuerpo ya que la piel es el órgano más grande y extendido de nuestro cuerpo.